Hoy sábado, hemos condensado dos jornadas en una, ha sido verdaderamente un día duro. Hemos estado desde las 9,00 de la mañana a las 20,30 de la noche caminando o montados en el autobus, pero el esfuerzo ha valido la pena. La subida al Roque Nublo, verdadero estandarte de la isla de Gran Canaria, merece la pena por la belleza del paisaje que lo envuelve y la visita al gran pinar (pino canario) que recoge la humedad de los vientos alisios y la deposita en la tierra.
Los pueblos de lo que aquí se conoce como la medianía, tienen un agridulce sabor a moderno y antiguo, con sus casas coloniales rodeadas de modernas (y demasiadas veces vacias) urbanizaciones. Tras ver el cenobio de Valerón, silos de cereal y semillas semejantes a "les covetes dels moros" de Bocairent, hemos estado en el puerto de las nieves de Agaete, pueblo pescador y de tránsito de la isla de Gran Canaria a la cercana Tenerife.
Derrotadas y hambrientos hemos vuelto a la residencia a las 20,30 horas.
Seguimos teniendo algunas dificultades para comer lo que nos ponen.
Mañana domingo tenemos matinal de casco antiguo de Las Palmas con compras incluidas y tarde playera.
Seguiremos informando y enviando alguna que otra foto.
Luis
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